Nueva sinfonía de democracia - Opus 26

martes, septiembre 28, 2010 por


Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño 
Caracas, Venezuela. AIVE - Abr, 2010 (Sólo para ilustrar)
 Sin duda alguna, el 26 de septiembre de 2010 ha quedado inmortalizado en la historia de Venezuela, así como en la memoria de quienes habitan en estas tierras criollas y el mundo entero. No es para menos. Ha sido en esta fecha, cuando se desarrolló un evento electoral calificado como más importante que comicios presidenciales; aseveración esta que, mientras esperaba mi turno para ejercer el derecho al voto, le planteé a mi hermano, un joven de 16 años de edad, quien con cara de extrañeza, preguntó - ¿Por qué? - 
En este preciso momento, no viene a mi memoria la cita textual de la respuesta que le di, pero luego se lo dibujé de esta manera - Es como en una orquesta sinfónica. Imagínate esa multitud de músicos ejecutando un mismo instrumento y sosteniendo la misma nota - Colocándole a la trompeta como ejemplo.
A lo mejor, eso ha sonado ridículo; pero viéndolo desde el punto lógico, sí es comparable con la realidad. Y es que estaríamos pues, frente a una presentación monótona, ensordecedora y tormentosa.
Desde que tengo uso de razón, una de las características más preponderantes de vivir en  democracia, es el pluralismo.
¿Entonces?
Estoy consiente que para la anterior elección parlamentaria, la representación opositora se retiró. Las razones, están latentes de parte y parte.
Pero moralmente, ¿cómo se puede celebrar el ejecútese de una ley y aprobar o no cualquier asunto de Estado alardeando que se está en democracia, cuando existe una sola corriente de pensamiento?
Seguramente, hasta el párrafo anterior ya he sido señalada como opositora al Gobierno Nacional. Quizá sí. Quizá no. Quizá perteneciente al grupo de los “niní”. Sin embrago,  en este caso no cabe ninguna de las tres presunciones.
Tan sólo, soy una ciudadana que mantiene amplio su campo de visión, para censurar lo malo y honrar lo bueno.
¿Que me equivoque en mis exposiciones?, pues he ahí lo atractivo de esta dinámica de opiniones: Tú piensas y yo pienso. ¿Quién tendrá la razón?.
¡Mirad!
Eso es lo delicioso de abanicarse con el aire de las diversas corrientes que nos rodean: Nos molestamos, pero también aprendemos. Nos frustramos, pero también logramos encontrar soluciones. Es una maravilla. Es un algo mágico que nos hace sentir seguros de que estamos viviendo en democracia; aunque discursos y acciones en incontables ocasiones, nos hagan percibir lo contrario.
Tras este 26, lo que se verá en poco tiempo, no será simplemente el presentar un proyecto y hacer la señal de costumbre, sino que se debatirá entre quienes persiguen junto al Presidente de la República la formación de un modelo socialista en la nación y quienes no apoyan esa línea.
¡Señoras y señores!
El pueblo levantó la batuta, para que suene la orquesta completa.
El oficialismo, continuará sin sucumbir hacia la patria que sueña.
Por su parte, la oposición más que exhibirse como una “piedrita en el zapato” en el andar hacia el bienestar de los propios y foráneos que hacen vida en Venezuela, le toca fortalecer sus planteamientos y suprimir las manchas de vicios y desaciertos, para así colocar en la cúspide, propuestas que consigan sanar el virus de la decepción.
¿Ganó la oposición en votos, pero ganó el oficialismo en curules?
Nada de eso. Aquí quien ganó, fue Venezuela.

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